Esta vez 30 cunas viajan por el cielo gracias a la Fundación Viva Air, que cree en la causa de la Fundación Fruto Bendito, y busca apoyar llevando voluntarios que hagan parte del movimiento Iguales con Amor que busca proteger a la primera infancia. Desde hace bastante tiempo Adriana, esposa del alcalde de Plato, Magdalena y gestora social se contactaba con la Fundación Fruto Bendito por medio de Instagram para comprar cunas y poder ayudar a diferentes familias para que sus bebés tuvieran un espacio donde dormir de forma segura y cómoda.
Esta vez, Camila quiso emprender el viaje hasta Plato para conocer a Adriana, quien ha creído en la causa de Fruto Bendito, acompañar la entrega de las cunas, y asimismo, junto a su esposo Óscar, impartir el plan de educación. En el momento en el que le manifestaron a la Fundación Viva Air sus deseos de ir a Plato, mostraron rápidamente sus ganas e ilusión por hacer parte una vez más de este movimiento y hacer posible el traslado de las cunas. Adicional a esto, como Mujer Cafam Magdalena 2022, para Camila era bastante significativo estar allá, hacer la entrega y dictar el Plan de Educación.
Esta vez estuvo de invitada Manuela, quien hace parte del Programa de Responsabilidad Social de RCN “Una decisión de vida”. Ella decidió sumarse a la causa de Fruto Bendito y de esta manera, pudo hacer parte de esta entrega con amor. El vuelo salía a las 4:39 am, pero como a Camila y a Óscar les gusta estar tranquilos y hacer las cosas con calma sin que falte nada el día empezó a la 1:00am. “Gabriel y Pedro son los mejores ayudantes del mundo. Ellos se despiertan, nos ayudan y colaboran para que todo funcione” cuenta Camila refiriéndose a sus hijos de 6 y 1 año y 8 meses. A pesar de este plan de prevención, hubo un error de comunicación que ocasionó que el Check In de Manuela para poder abordar no estuviera listo. Y es así como para Camila cada vuelo se convierte en un reto y un aprendizaje nuevo.
Aterrizaron en Cartagena y ahí los estaban esperando dos carros por parte de la alcaldía de Plato, Magdalena; Por un lado estaba una camioneta con platón para transportar las cunas y todos los paquetes que llevaban, y otro para llevarlos a ellos. El camino en carro duró 3 horas y media aproximadamente, en él pudieron ver paisajes llenos de naturaleza; lagos, árboles, montañas, ciénagas y demás. Únicos de la costa colombiana. El evento debía comenzar a las 9:00 am, pero hubo un retraso, lo cual implicó que la entrega de cunas comenzara a las 11:00 am. Una vez terminó la jornada y estuvieron de regreso a Cartagena, y gracias a los buenos cálculos y al tiempo, pudieron aprovechar de la ciudad amurallada, el atardecer, y un helado.
Al final del día todo tuvo solución y salió como se lo imaginaron. Volvieron a Bogotá habiendo conocido un nuevo destino y con la satisfacción de haber culminado un día de entregas que les llenó el corazón.
“Siempre nos llevamos algo de cada población que conocemos. Esta vez, su amor, su alegría y la delicia de haber probado su gastronomía. Además, no pudo faltar nuestra foto con el hombre Caimán” Camila Cooper, fundadora.