DOLEX, una experiencia inolvidable | Fundación Fruto Bendito
Por: David Sogamoso
El martes 22 de agosto, día de mi práctica social, tuve la oportunidad de colaborar en la producción de un comercial de Dolex en el que estaría participando nuestra fundación Fruto Bendito.
Ese día me levanté muy temprano ya que nos recogerían a las 5:30 en el conjunto residencial de Camila Cooper, directora de la Fundación, para dirigirnos al sitio de grabación, en la calle 13.
Ya en la Van, con frío pero con mucha emoción, nos dirigimos siguiendo las órdenes de Waze al lugar. Al llegar nos recibieron con muy buena actitud y con un delicioso desayuno. Después de comer, nos dirigimos al camerino donde me pidieron el favor de probarme la camiseta que sería mi vestuario durante el rodaje del comercial.
Los chicos de la producción empezaron a armar el set de grabación. Todo era muy organizado y se notaba la buena comunicación que había entre ellos para trabajar, realmente un muy buen trabajo en equipo.
Ese día recorrimos Bogotá más de una vez e hicimos varias tareas mientras, con mi compañera, esperábamos el momento para relucir frente a las cámaras. Cami, nos pidió el favor, a Laura y a mi, de que le ayudáramos llevando a su hijo Gabriel al jardín, ya que él había terminado sus escenas.
Llevar a Gabriel fue otra experiencia, porque me salí de un ambiente muy profesional en el que todos corrían de un lado para otro y pasé a uno más calmado en el que tenía que centrarme en que Gabriel realmente se sintiera tranquilo y llegara sano y salvo a su clase. El recorrido estuvo divertido, reímos, comimos gomitas y al paso de una hora logramos llegar.
Ya de vuelta en el lugar de grabación, nos recibieron con un gran almuerzo y aún no había llegado el momento de grabar nuestra escena. Al terminar de almorzar, una chica se nos acercó y nos pidió que nos fuéramos al camerino para pasar por maquillaje, ya que nuestro momento de aparecer en cámara estaba por llegar.
Al concluir con la sesión de maquillaje, y notar que realmente el cambio que se puede lograr con un par de polvos y un poco de base es inmenso, me dirigí a la escena de grabación. Fue un momento muy agradable, en el que terminé riendo con el grupo de producción y mis compañeros de actuación, Lau y Cami.
Al finalizar la escena nos dieron las 5 de la tarde y ya era el momento de regresar a casa. Nos subimos a la Van con unas deliciosas onces que disfruté durante el retorno. Para concluir, solo me resta decir que fue un día largo en el que disfruté mucho la experiencia que gracias a Fruto Bendito pude vivir.