Alejandra Gutiérrez, practicante de la Universidad de La Sabana, llegó el pasado jueves 4 de agosto a la casa de Camila y Óscar a las 4:30am para vivir su primera entrega de cunas en Saboyá, Boyacá. Con un clima frío y un cielo aún oscuro, Camila, Óscar, Gabriel, Pedro y Alejandra cargaron el carro con diez cunas, pañales, cremas para bebés, donaciones de otras familias y mucha emoción por esta entrega, la cual no era una entrega cualquiera, sino la primera vez en tres años que se hacía de manera presencial.
“El camino fue complejo. Muchos varados, una sola vía y la distancia siempre era larga..” cuenta Alejandra. Pero destaca los paisajes hermosos que presenció en el camino, y cómo los suizos eligen Ubaté como su zona de residencia porque les recuerda a sus paisajes. Fascinada con las conversaciones que tuvo en el carro con Camila y Óscar, con su energía, y con “los consejos que ellos dan son…. demasiado útiles para la vida”, comenta Alejandra con emoción. Pero para ella, al igual que para la mayoría de personas que conocen la Fundación, lo más bonito fue ver el amor y compromiso que tienen Camila y Óscar con el proyecto.
Llegaron a Saboyá a las 10:30am, precisamente a la Casa de La Cultura, donde harían la entrega de las diez cunas. Ahí se encontraron con Yuly Cortés, Gestora Social y esposa del Alcalde; ella se contactó con la Fundación hace tres años, y desde ahí han entregado casi 60 cunas. Alejandra cuenta que Yuly se encuentra muy agradecida con la Fundación pues “hay muchas organizaciones que prometen demasiadas cosas pero que al final no pasa nada más allá. Esta se compromete de verdad y genera un cambio significativo”.
“Había mamás de todas las edades y en todo tipo de condiciones. Grandes, jóvenes, solteras, con “arrejuntes”, como le dicen allá a las parejas, con más hijos… pero todas valoran mucho las cunas, porque al final de todo, las necesitan de verdad”, cuenta Alejandra. Conocieron el testimonio de una mujer que estaba acompañando a su hija: Ella tuvo 12 hijos, pero en uno de sus partos se llevó la sorpresa de que venían mellizas. En su época no existía la tecnología suficiente para monitorear los embarazos, por esto estaba esperando a un bebé, y de sorpresa llegaron dos niñas. Hoy en día para la mujer sus mellizas representan felicidad absoluta, pero también ser mamá de 12 hijos le enseñó que el amor y la paciencia en la crianza todo lo logra.
Además de Alejandra, esta vez presenciaron la entrega unos amigos de la infancia de Óscar, hoy en día donantes de la Fundación. Ellos estuvieron con sus gemelos y su hija ayudando a armar y entregar las cunas. Alejandra pudo ver como ellos también estaban muy contentos de poder estar en Saboyá y poder presenciar la entrega y el plan de educación. Finalmente, volvieron a sus casas en Bogotá alrededor de las 8:00pm. Alejandra llegó feliz y con el corazón contento de haber sido parte de un día de entregas, que más allá de verlo como algo material, fue una experiencia que le enseñó y aportó mucho para su vida.