En el corazón de nuestra misión de cuidar la primera infancia, cada historia de colaboración y apoyo nos recuerda lo bendecidos que somos al conectar con almas apasionadas por hacer el bien. Una de esas historias es la de Daniel, un joven con un sueño que ha inspirado a nuestra fundación y nos ha permitido expandir el impacto de nuestras cunas ecológicas.

Todo comenzó a principios de este año, cuando una madre miembro de la comunidad Gic Moms, un grupo de mamás interesadas en tecnología y crianza, compartió que su hijo Daniel tenía un proyecto en mente: ayudar a madres en estado de vulnerabilidad. Daniel había escuchado sobre la tradición de las cunas finlandesas y sentía una fuerte conexión con la idea de brindar seguridad y protección a los recién nacidos. Su pasión lo llevó a preguntarse cómo podría replicar este modelo en Colombia, y su madre buscó apoyo en la comunidad.

cunas con amor Finlandia

Fue entonces cuando muchas mamás de Gic Moms mencionaron a nuestra fundadora, Camila Cooper, sugiriendo que contactaran a Fruto Bendito, ya que durante ocho años hemos trabajado con esta misma misión. Lejos de sentir que se trataba de una competencia, Camila sintió la necesidad de compartir todo el conocimiento y la experiencia adquiridos a lo largo de este tiempo. Para ella, el verdadero valor de lo que hacemos se multiplica cuando se comparte.

Así fue como Daniel y su madre nos contactaron, y tras una serie de conversaciones, decidimos invitarlos a nuestro hogar, donde creamos y ensamblamos nuestras cunas. El encuentro fue mágico: les mostramos una de nuestras cunas y ellos quedaron encantados con el proyecto. Daniel, lleno de energía y compromiso, decidió lanzar su propia fundación, Contigo Mamá, con el propósito de seguir apoyando a madres en situaciones vulnerables. Su madre, dueña de una empresa textil, también se unió al sueño, fabricando implementos esenciales como cobijas y sacos de dormir que ahora acompañan a las cunas.

El 24 de agosto, hicimos realidad su primer gran sueño: junto a Daniel, logramos apadrinar y entregar cinco cunas con todos sus accesorios en colaboración con el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (IDIPRON), una organización que apoya a jóvenes y madres en situación de calle en Bogotá. La entrega se realizó en el emblemático Castillo de IDIPRON, un lugar que muchos bogotanos han visto al pasar por la Avenida Caracas sin conocer el valioso trabajo que se realiza en su interior.

cunas de carton finlandia

Este encuentro no solo marcó un hito en la historia de Daniel, sino que también nos recordó la importancia de la colaboración. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en 2024 se registraron 145,416 nacimientos en Colombia, lo que refleja una tendencia a la baja en los últimos años. Aunque Fruto Bendito ha logrado entregar más de 1,500 cunas anualmente, esto aún representa una fracción de las familias que realmente necesitan apoyo. Es por eso que iniciativas como las de Daniel son esenciales para expandir nuestro alcance y continuar ayudando a más madres y bebés.

La historia de Daniel es un recordatorio de lo que significa ser generosos no solo con lo material, sino con el conocimiento y la experiencia. En Fruto Bendito creemos firmemente que, al compartir lo que hemos aprendido, multiplicamos nuestro impacto y creamos un legado que puede transformar vidas. Daniel, con su juventud y pasión, nos ha mostrado una vez más que el futuro está en las manos de quienes sueñan y trabajan para hacerlo realidad.

En palabras de Camila Cooper, “el camino de estos ocho años nos ha demostrado que cuanto más compartimos, más crecemos”. Y esa es la esencia de Fruto Bendito: una comunidad que no solo entrega cunas, sino que comparte amor, esperanza y un futuro mejor para los niños de Colombia.

Si quieres conocer más sobre la historia de Daniel y nuestra colaboración, te invitamos a seguirnos en redes sociales y a estar atento a las próximas entregas de cunas que realizaremos en alianza con Contigo Mamá.

Referencias:

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