La fiel amante de Tumaco | Fundación Fruto Bendito

Siempre ha sido gratificante ayudar a los demás. Sobre todo cuando se observa esa hermosa sonrisa que destella alegría al recibir algo no esperado. Este fue el caso de Katty Olaya. Una mujer de 35 años residente del hermoso municipio de Tumaco, llamado la “perla del pacífico”. Ella y sus 3 hijos son amantes de su hogar, al cual consideran el más maravilloso y colorido de todos.

Cunas con amor
Hace unas semanas, Katty asistió al cuarto aniversario de la Fundación Fruto Bendito. En el evento, además de diversas charlas informativas acerca del embarazo y de los bebés, se entregaron cunas con amor. Katty afirma que se ha sentido más tranquila. Ahora su pequeño hijo de dos meses de nacido tiene una cuna, un lugar seguro. Ella define el momento de la entrega de la cuna como mágico y de “inmensa felicidad”. Nunca se imaginó que hicieran cosas así por las madres y los bebés. Katty agradece mucho el detalle de la fundación y de la Cruz Roja, quienes también les dieron toldillos para evitar que los bichos continuaran interrumpiendo el sueño de los bebés.
Katty asegura que desde que su bebé utiliza una de las cunas con amor está más tranquilo y se duerme en cualquier momento. También se la pasa jugando dentro de ella, ya que es muy cómoda. “Aún no hemos sacado la cuna de la casa. Pero, adentro me la paso subiendo y bajando con la cuna por todo lado. No es nada pesada ni incómoda. Puedo ver a mi bebé todo el tiempo”, menciona Katty. Gracias a la portabilidad que ofrece la cuna con amor, esta mujer ha logrado establecer un vínculo y una conexión mucho más fuerte con su hijo. Casi que hasta ya forman un equipo los tres: Katty, el bebé y la cuna con amor.

Conexión invaluable
Con respecto a la conexión, a Katty le gustó mucho que la experta Julieta Villegas hablara sobre el vínculo que se establece con el bebé durante el embarazo. Esto, hablándole, tocándolo, poniéndole música o cantándole. Katty dice que ya conocía estas cosas, pero que jamás se le ocurrió practicarlo con ninguno de sus hijos. Es claro que nadie nos enseña a ser padres. Pero hay muchas cosas que sabemos, y le pueden ayudar a nuestros hijos en su crecimiento, pero no lo practicamos porque no le damos importancia. Katty es una de esas mamás que se arrepiente de no haberlo hecho. Igual, sostiene que aún no es tarde para ponerlo en práctica con todos sus hijos.

Lactancia materna
Al entrar más en confianza, Katty menciona que se sorprendió al saber algo muy importante sobre la lactancia. En Tumaco es normal creer que una madre debe tomar agua de panela u otras yerbas para que pueda dar leche a su hijo. Pero, Katty recuerda que “Camila mencionó que con el solo hecho de poner al bebé en el seno para alimentarse, ya la leche sale sin problema”
Es normal que existan distintos mitos acerca de la lactancia materna, pues restringen la información. Esto, al ser aún tabú para muchos colombianos. Sin embargo, es momento de normalizar la lactancia materna para acabar con la desinformación que tienen los colombianos. Sobre todo, pensando en las madres, quienes son las que principalmente deben conocer todo acerca de la lactancia y los beneficios que trae para los hijos, tanto en nutrición, como en conexión.

La perla del pacífico
Al escuchar sobre los mitos en esta comunidad, uno se hace la gran pregunta: ¿cómo es Tumaco? Katty lo describe de una manera hermosa: “es mi tierra, es gastronomía, llena de cangrejo, concha, jaipa, pescado, camarón, con una playa hermosa y clima calientito”. A pesar de describirlo como un pueblo muy bonito, Katty también resalta lo malo: el tema de la violencia. Le preocupa por sus hijos, sobre todo por el de 17 años, pues está expuesto a tomar un mal camino. A pesar del contexto de violencia que se vive en la zona, Katty se siente segura de la educación que le dio a su hijo. Eso le ayudará a tomar las mejores decisiones.
Katty nos invita a que visitemos su tierra. Asegura que la gente es muy amable, muy acomedida, hay muchos sitios hermosos para conocer, alimentos deliciosos por probar y demás características que cuenta con emoción. De su tierra no se moverá, a menos de que la saquen obligada. Pero jamás por su voluntad, ya que se siente la mujer más feliz y afortunada de vivir ahí.

El amor de una madre
Katty es una mujer sorprendente. Es admirable el amor con el que habla de sus hijos, de su tierra y de cómo vive tan agradecida por las bendiciones que ha recibido en su vida. A pesar de que al comienzo se le vio un poco tímida, la emoción y el amor con el que hablaba sobre su vida fue lo que ayudó a romper el hielo y mostró su verdadero ser: una persona muy agradecida y considerada con las personas que le ayudan. Ella también está dispuesta a ayudar y a servir a todo el que lo necesite.
Al final reímos un poco gracias a su anécdota. Tuvo su primer hijo a los 17 años y fue sorprendente la felicidad con la que hablaba de ello. Le causó mucha gracia. Ella sabe que no es una edad muy común para tener hijos, aunque en Tumaco sí lo es. Llena de gratitud el conocer personas como Katty, que agradecen cada detalle y, aunque viven con lo necesario, también están dispuestas a ayudar.

Es maravilloso ver como aún hay personas que aman su tierra y que están orgullosos de mostrarla. Aún más emocionante es escuchar a una madre hablar con tanto amor sobre sus hijos, aunque sean grandes o pequeños, ya que el amor de una madre es incondicional. Las madres están siempre dispuestas a seguir aprendiendo para darle lo mejor a sus hijos.

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